sábado, 24 de septiembre de 2016

El guardapelo


POV Autora
—Kreacher —dijo Harry acercándose a él—. Quiero que me respondas una pregunta. Es muy importante —agregó.
Kreacher asintió.
—Queremos —Harry nos señaló a Ron y a mí—, saber todo acerca de este guardapelo —Harry le extendió el guardapelo falso a Kreacher, y este abrió mucho más los ojos en cuanto lo vio. Estaba sorprendido, se le notaba.
Pero luego el viejo elfo bajo la vista, Harry y Hermione se dieron cuenta de inmediato de la manera de actuar de Kreacher, a su vez Ron estaba impaciente por el mutismo del elfo de su mejor amigo.
—Kreacher —dijo Harry llamando la atención de su elfo, pero este seguía con la vista en el suelo—, dime todo lo que sepas respecto a este guardapelo —el elfo seguía con la mirada en el suelo—, ¡te lo ordeno! —a Harry no le gustaba hablarle de ese modo, pero no tenía opción. El viejo elfo tuvo que obedecer a su amo, y subió su mirada fijando sus ojos azules saltones en el rostro de Harry.
El trío de oro esperaba la respuesta de Kreacher, pero nadie se imaginaba que el elfo se iba a tirar al suelo lanzando alaridos tan agudos que lastimaba los oídos de los tres chicos.
—Harry —dijo Hermione con la cara descompuesta—, detenlo por favor, se lastima, míralo se está lastimando, detenlo, por favor —seguía diciendo una afligida Hermione a su mejor amigo.
Harry y Ron estaban perplejos por la actitud del elfo.
—¡Kreacher! ¡Detente! —dijo Harry con una voz fuerte y clara, y esto hizo que el elfo dejara de torturarse—. Bien, ahora podrías responder la pregunta que te hice.
—Mi… mi señor… Regulus… me pidió que… que… —el elfo no podía hablar por las lágrimas, y volvió a tirarse al suelo y a golpearse la cabeza y jalarse el poco cabello que tenía.
En ese momento la afligida Hermione hizo un amago de acercarse al elfo, pero fue detenida por el pelirrojo, que negó con la cabeza, a sabiendas de cómo la trataría el elfo. Y Harry volvió a ordenarle que parada, y el elfo volvió a detenerse, pero las lágrimas no cesaban y resbalaban por el marchito rostro del elfo.
—Cálmate, Kreacher, y continua por favor —pidió Harry.
El viejo elfo limpio sus lágrimas con sus pequeñas manos y prosiguió a hablar.
—Mi amo… Regulus… vino hacia mí, diciendo que… que… —las lágrimas volvían a caer de los ojos saltones del elfo—, que el Señor Tenebroso necesitaba un elfo.
—¿Un elfo? ¿Para qué? —preguntó Harry Potter, y el elfo se sentó en el suelo y empezó a balancear su pequeño cuerpo, soltando quejidos agudos.
Hermione miró con reproche a su amigo por la interrupción.
—Lo siento —se excusó Harry con su amiga.
Esta vez Hermione no pudo más y se acercó a Kreacher para tratar de consolarlo.
—Ya tranquilízate, Kreacher —le dijo Hermione poniéndole una mano en el hombro del pequeño elfo. Y este al sentir la mano de la castaña sobre su hombro, pego un salto y se alejó de la chica con asco.
—Oh, la sangre sucia ha tocado a Kreacher, la ama se decepcionará de Kreacher, y ahora ya no será merecedor de estar en la pared con sus antepasados, ha sido manchado por la sang… —decía el elfo, pero fue interrumpido por su nuevo amo.
—¡Cállate, Kreacher! No llames de ese modo a Hermione, te exijo que la respetes, ella es mi amiga, ¿entiendes? —Harry estaba enojado por los insultos a su amiga por eso regaño al elfo. Kreacher al escuchar la voz de su amo regañándolo asintió la orden, pero con reticencia, y pensando que nadie se daba cuenta decía cosas entre dientes.
—Como ordene el amo —se limitó a contestar la criatura.
—Bien, ahora continua —dijo Harry.
El elfo suspiró.
—El amo Regulus estaba feliz porque Kreacher sería de gran ayuda para el Señor Tenebroso, y Kreacher más feliz no podía estar, haría algo para la familia de sus amos… a la familia que había servido por años… para su familia… pero… pero… —y Kreacher volvió a llorar al recordar esos oscuros hechos, el elfo sentía que la respiración se le cortaba, eso había sido demasiado, incluso para él, un elfo.
El trío de oro dejo que el elfo se calmara y así después pudiera seguir con su relato, aunque en el fondo Harry y Ron estaban impacientes por saber la otra parte de la historia, y sin embargo, Hermione sufría al ver a Kreacher en ese estado, retorciéndose de dolor al recordar lo que había pasado con su amo y Voldemort.
Luego de unos minutos el elfo se calmó y volvió a hablar.
—Cuando Kreacher llego… llego con el Señor Tenebroso… —los chicos prestaban mucha atención a las palabras del elfo, asombrándose cada vez más de la maldad de Voldemort, si bien no les sorprendía el hecho de que utilizara al viejo elfo, les llenaba de coraje su forma de actuar de ese ser, simplemente no se tentaba el corazón, si es que lo tenía, para conseguir sus propósitos.
Kreacher paró de hablar y volvió a golpearse, pero ahora contra la pared. Hermione lloraba al ver al elfo golpearse el mismo —como auto-castigándose por algo de que él no tenía culpa— y Ron la consolaba, le paso un brazo por los hombros de la castaña atrayéndola hacia él.
—Y entonces, ¿te obligo a tomar la bebida? —le preguntó Harry al elfo, aunque sabía la respuesta de antemano, ya que él mismo había estado con Dumbledore en ese lugar, pero Harry quería escuchar la afirmación del elfo.
Kreacher asintió.
—Sí… pero Kreacher no podía… no podía quedarse ahí. Kreacher tenía órdenes de su amo, no lo podía desobedecer, Kreacher tenía que ver a su amo, eran sus órdenes, y las ordenes se cumplen, y Kreacher… obedeció —el viejo elfo volvió a romper a llorar.
Hermione intento nuevamente acercarse a Kreacher, pero fue detenida y esta vez por Harry.
—Hermione, no creo que sea la mejor idea —Harry se acercó al elfo y se agacho a su altura—. Y entonces, te apareciste con tu amo Regulus —Kreacher miró a su nuevo amo, dejo salir un quejido y asintió.
—Pero hiciste lo que tu amo te pidió, ¿por qué lloras? —preguntó Ron al elfo, y Hermione miró horrorizada a su amigo pelirrojo. ¿Cómo podía preguntarle eso?, pensó la castaña. Simplemente a veces Ron no se daba cuenta de sus palabras y sobre todo de la magnitud del problema. Kreacher no solo lloraba por lo que Voldemort le hizo, Hermione estaba segura de que había algo más, algo mucho más dura para el pobre elfo.
—Ron, Kreacher no llora por eso, que no te das cuenta que hay más en todo esto —dijo Hermione.
—¿Algo más? ¿A qué te refieres, Hermione? —preguntó Ron.
—No sé lo que sea, pero hay algo trasfondo en toda esta historia —respondió la castaña.
—Yo tampoco entiendo —confesó Harry—. Pero si Voldemort —Ron hizo un gesto de terror al escuchar a su amigo pronunciar ese terrible nombre, y no fue el único, Kreacher también se estremeció al escuchar el nombre del mago oscuro— te dejo, te obligó a tomar ese líquido asqueroso, entonces, ¿por qué… —Harry trataba de controlar la ira que se apoderaba de él en ese momento— delataste a Sirius? ¿Por qué lo dejaste morir?
Harry vio al elfo retroceder de miedo, así que trato de calmarse.
—Harry, estoy segura de que Kreacher no lo hizo con mala intención —dijo Hermione, y el ojiverde se volvió a mirarla desconcertado—, no me mires así —le dijo la chica antes de que su amigo empezara a replicar—, sí Sirius, tal vez hubiera sido un poco más amable con él, y tú sabes que lo que digo es verdad, además, sabes perfectamente bien que Kreacher está ávido de amor, estuvo mucho tiempo solo y al llegar Sirius, en vez de recibir afecto, lo único que recibió fue desprecios… —Hermione suspiró—, yo creo que si Sirius lo hubiera tratado con la misma amabilidad con que Regulus trataba a Kreacher, este jamás lo hubiera traicionado, estoy segura de que cuando Kreacher apareció en la casa de los Malfoy…
Harry seguía observando a su amiga, sin poder creer sus palabras.
—Ellos —susurró el elfo—, más bien la ama Bella y la ama Cissy fueron más que amables con Kreacher —contó el elfo.
Harry seguía sin decir una sola palabra al igual que Ron.
—Bueno, siempre supe que los magos pagarían por lo mal que tratan a los elfos, primero Voldemort —Ron se volvió a estremecer al escuchar la mención del nombre del mago oscuro, pero Hermione lo ignoro y siguió hablando— y después Sirius… —la chica casi susurro esto último.
—Aunque eso sea cierto, Hermione —dijo Ron—, Sirius era su amo, y él lo traiciono contando todo lo que sabía acerca de la Orden a quien-tu-sabes.
—Se llama Voldemort, Ron, no temas a pronunciar su nombre —dijo Hermione aparentemente tranquila por fuera, pero era un manojo de nervios por dentro—, y él no lo traiciono. Y no, Harry, no digas nada…
Harry Potter decidió mejor hacer caso a su amiga y quedarse callado, ya que sabía de antemano la sensibilidad que tenía con los elfos o cualquier otra criatura mágica desvalida.
—Kreacher no lo consideraba una traición, ya que él llego a la casa que consideraba como su segunda familia, además, los elfos y las demás criaturas no toman ningún índole, a él no le afectan las peleas o las guer…
Hermione fue interrumpida por Ron.
—Pero no te entiendo, Hermione, si este elfo te trata peor que Malfoy en el colegio, entonces ¿por qué le tienes tantas consideraciones?
La castaña le dedico una mirada seria a Ron.
—Ron, primero no seas exagerado. Kreacher no me ha tratado peor que Malfoy, y segundo, Kreacher solo acata las órdenes, todo lo que dice, lo repite como un disco rayado, sin pensar o juzgar si lo que hace está bien o está mal, por generaciones y generaciones los elfos han sido esclavizados, y lo único que ellos hacen es seguir las ordenes de sus amos, sean correctas o incorrectas. Claro que hay unas pocas excepciones como el caso de Dobby, pero ese es un caso aparte, y el pobre Kreacher si en este preciso momento apareciera Regulus y le pidiera que…
El dialogo de Hermione fue interrumpido por los sollozos y quejidos de Kreacher al escuchar el nombre de su antiguo amo.
—Otra vez empezó a llorar, y no podrá terminar de contarnos la historia —susurró Ron con pesar.
El elfo trato de controlarse.
—Mi amo Regulus fue el… el mejor amo que he tenido… y Kreacher se siente mal por haberlo abandonado… por dejarlo… —y nuevamente el elfo se tiró al suelo y empezó a golpearse la cabeza en el duro suelo. Harry trato de evitar que siga castigándose, pero no pudo porque el elfo tenía mucha fuerza a pesar de ser pequeño y de apariencia frágil, era fuerte. Y al no poder detenerlo Harry, su amigo pelirrojo decidió ayudarlo y entre los dos trataron de tranquilizar un poco al elfo.
—Bien, Kreacher, puedes… por favor puedes contarnos toda la historia, sin interrupciones —le pidió Harry Potter a su elfo, y el elfo suspiró, limpio sus lágrimas de su cara con sus pequeñas manos y asintió. Miró a su amo a la cara, se sentó en el suelo y con voz entre cortada empezó hablar de nuevo.
—Cuando… cuando regrese… de hacer lo que el… el Señor Tenebroso me pidió… el amo… el amo Regulus le ordenó a Kreacher que no… que no dijera nada, luego pasaron varios días y Kreacher ya se sentía mucho mejor… entonces el amo… el amo Regulus… ordeno a Kreacher… que lo llevase al lugar en donde el Señor Tenebroso había llevado a Kreacher… en donde… en donde… —el viejo elfo volvió a tirarse al suelo y a llorar.
—Kreacher detente y termina de una vez de contarnos la historia —le ordeno Harry, con voz firme al elfo. Hermione miró mal a su amigo pelinegro. Pero en realidad Harry no quería hablarle de ese modo a Kreacher es solo que estaba muy nervioso, así que solo miró a Hermione con disculpa.
Pero Kreacher al escuchar la voz firme de su nuevo amo, detuvo su llanto, se volvió a sentar y empezó a hablar.
—Kreacher obedeció al ama Regulus y regreso a ese terrible lugar, y llevo a su amo allí, en donde Kreacher tomo esa horrible agua, pero esta vez… esta vez Kreacher no bebió… —lágrimas silenciosas caían de los ojos del elfo. Y Hermione también lloraba al ver el sufrimiento del elfo—, Kreacher hizo casa al amo Regulus y dejo que el amo bebiera de esa agua maldita, aunque el amo Regulus gritara de dolor, aunque el amo suplicara porque lo maten en ese momento —Harry miraba al elfo fijamente, él sabía de lo que hablaba el elfo, porque el mismo vivió tal experiencia, pero con Albus Dumbledore, y al igual que Kreacher, él tuvo que aguantar los lamentos del director de Hogwarts y sobre todo de la tortura de saber que no podía hacer nada, solo obedecer—… entonces el amo sintió la misma sed que… que Kreacher sintió. Pero antes de beber del lago… el amo Regulus cambio el… el guardapelo, dejando… dejando una copia en el mismo lugar, y le pidió a Kreacher que se fuera… y lo abandonara… Kreacher no quería dejarlo… Kreacher quería quedarse en el mismo lugar que su amo, pero el amo había ordenado a Kreacher… irse con su ama y no hablar nada de este tema… así que… que Kreacher abandono a su amo y… y… y lo… lo dejo morir… —Kreacher dejo salir un gran quejido de dolor.
Harry dejo que el elfo se desahogara, mientras tanto Hermione lloraba igual o peor que Kreacher, pero esta estaba refugiada en los brazos del pelirrojo.
—Harry —Hermione con los ojos rojos e hinchados se alejó de Ron, y a paso lento se acercó a su amigo de gafas—, tienes que preguntarse sobre… si tiene el guardapelo.
Harry sonrió ligeramente, él estaba tan concentrado en el elfo que había olvidado por unos minutos sobre el otro guardapelo, lo bueno es que para eso tenía a su amiga, la castaña que siempre le recordaba lo que tenía que hacer.
—Kreacher, escúchame y dime: ¿Qué paso con el guardapelo? ¿Tú lo tienes? —le preguntó Harry al elfo.
Sí, Kreacher tiene el guardapelo, estaríamos cada vez más cerca a otro Horrocrux, pensaba Harry.
Pero el elfo negó con la cabeza.
—¡Maldición! Esto no puede ser, tanto escuchar la historia para nada. Ahora donde diablos se supone que esta ese guardapelo —exclamó Ron lleno de coraje.
—No es culpa de Kreacher, Ron —le dijo Hermione, defendiendo al elfo de la cólera de su amigo.
Harry ignoro a sus amigos y fijo su mirada en el elfo.
—Kreacher, ¿sabes dónde está el guardapelo? —le preguntó a su elfo.
—Sí, amo, Kreacher lo sabe… Mundungus Fletcher se llevó varios tesoros que guardaba Kreacher y entre ellos el guardapelo que el amo Regulus le dio a Kreacher para que lo cuidara, pero Kreacher no pude cumplir con las órdenes. Kreacher merece ser castigado… —el viejo elfo volvió a llorar y se golpeaba contra la pared.
—Kreacher, tranquilízate —le pidió Harry—, te voy a dar una orden y quiero que la cumplas —Harry sintió la mirada de Hermione sobre él, pero la ignoró—. Bien, mira, Kreacher, yo quiero obsequiarte este guardapelo… —a Harry le costó mucho engañar al elfo—, este es el guardapelo que dejo Regulus en… en la cueva. Tómalo. Es tuyo.
Los ojos de Kreacher se aguaron y tomo el guardapelo y empezó a llorar de emoción.
—Kreacher escúchame, quiero que vayas por Mundungus y lo traigas, necesito urgente hablar con él —el elfo asintió aun emocionado con el regalo. Y con un plop desapareció.
Hermione se quedó mirando el actuar de su amigo.
—Esperemos que tenga suerte, y encuentre a Mundungus —dijo Ron. Harry asintió y luego Hermione también lo hizo, aunque no estaba de acuerdo con engañar a Kreacher.

***

Ese mismo día en la noche, pero en alguna parte del mundo muggle. Un hombre vestido completamente de negro, ocultaba su rostro tras una máscara plateada, y encima llevaba una túnica con capucha que le cubría la cabellera. Este hombre apareció en la casa de dos pisos.
—Amo —dijo una pequeña criatura haciendo una reverencia cuando lo vio aparecer.
El hombre no respondió el saludo, simplemente hizo su clásica pregunta.
—¿Cómo se encuentra ella?
—La ama está dormida, se sintió un poco mal en la tarde, pero…
El hombre no dejo que el elfo terminara de hablar porque subió al segundo piso a gran velocidad.
Cuando el hombre ya se encontraba en la habitación de la chica en cautiverio, se quitó la máscara que cubría su apuesto rostro y la dejo caer al suelo, dejando al descubierto el rostro pálido de Draco Malfoy.
Este camino hacia la cama de la chica pelirroja, se sentó a un costado de ella, pero sin rozar el cuerpo de la chica. Aunque inconscientemente Draco llevo su pálida mano sobre el rostro de la pelirroja que dormía, esta al comienzo no noto tal contacto, pero luego de unos segundos se movió.
—Amo —dijo el elfo que había aparecido en la habitación, y Draco al escuchar la voz de la criatura al instante quito su mano del rostro de la chica.
Draco se volvió a su elfo y lo observó con seriedad.
—Me dijiste que estaba mal, pero yo la veo bien, parece muy tranquila —susurró el rubio, pero con dureza al creer que el elfo había tratado de engañarlo.
El elfo tembló ligeramente al escuchar la voz enojada de su amo.
—Pinky lo lamenta, amo, pero usted no dejo terminar de hablar a Pinky. La ama se sintió mal, pero solo tuvo un poco de mareos, pero Pinky le prepara un té especial para que se relajara, y así fue como se quedó dormida —informó el elfo con voz tímida.
—Bien, ahora retírate —le ordeno Draco al elfo, y este al instante desapareció.
Ya nuevamente a solas con Nicole, Draco llevo su mano al vientre de cuatro meses de gestación de la chica, y lo sintió muy cálido. Sonrió al saber que allí dentro estaba creciendo su primogénito. La chica movió su mano y la coloco sobre la mano del rubio, este se sorprendió al principio, pero luego se dio cuenta de que ella aún estaba dormida. Draco al sentir la piel de Nicole nuevamente tocar la suya sintió una electricidad recorrer su cuerpo, y estuvo estático unos minutos, ya que no quería despertarla y sobre todo porque no quería que lo descubriera, pero luego de unos momentos sin poder evitarlo beso ligeramente sus labios. Nicole volvió a moverse al sentir ese contacto y Draco aprovecho para alejarse de ella antes de que sea demasiado tarde.
Se levantó de la cama y camino hasta la venta, desde allí podía ver muy bien el mar y sus olas romper sobre algunas rocas. Hasta ahora nadie sospechaba que él había secuestrado a la hermana de Potter, más para protegerla que para dañarla.
—Mi obligación es protegerla, proteger a la madre de mi hijo y por supuesto también a la madre de mi hijo —susurró para sí mismo.
Pero ahora qué hago, estoy confundido, al comienzo creí que lo mejor era traerla aquí, donde el Lord ni siquiera se imaginaba que la menor de los Potter podría estar, precisamente en el mundo muggle. Pero ahora Snape me dice que Dumbledore en realidad está vivo, que nunca lo mato y que quiere que le diga donde tengo a Nicole, para llevarla con el viejo chiflado y así poder protegerla, pero luego de que esos dos hicieran los que se les dio la gana, yo no sé si confiar en ellos, ya que tal vez tengan otros planes y a mí me dicen otra cosa.
Maldita sea. ¿Qué hago?, pensaba el rubio a la vez que le dirigía una mirada a la pelirroja aun dormida.
Y si lo mejor para Nicole y para mi hijo es que se quede bajo la protección de Dumbledore, yo no me permitiría arriesgar la vida de ninguno de los dos, solo por mi terquedad. Pero para asegurarme que ella estará mejor con el viejo, primero debo de hablar con el mismísimo Dumbledore y ponerme de acuerdo con él.
Y con ese último pensamiento le dirigió una última mirada a Nicole y luego desapareció a su mansión, pero antes le volvió a ordenar a Pinky cuidar bien de la chica.


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